Fabricio insinúa racismo en Correa
Fabricio Correa insinuó ayer en una entrevista radial que el presidente Rafael Correa es racista, luego de contar anécdotas de su hermano cuando vivía en el exterior y en comunidades indígenas en el Ecuador.
En una entrevista con Radio Centro en Guayaquil dijo en forma jocosa que cuando Rafael estaba en Zumbahua, Cotopaxi, lo llamó un día y le dijo: “Ñaño, ya encontré la solución al problema indígena, matar a todos estos desgraciados, (que) me han encerrado en un molino y me han querido linchar por ponerlos en orden”.
Tras regresar al país el ahora presidente, según Fabricio, debía trabajar en la Universidad Estatal, así gane menos, para formar a la juventud con su doctrina de “rojo” (como se conoce a los comunistas).
“Pero no, se metió a trabajar en la universidad más pelucona del Ecuador, en la San Francisco, en la cual todos los muchachos son pelucones, ahí a ninguno se le ocurre ser revolucionario, peor de izquierda”.
También recordó que cuando Rafael vivía en Illinois, Estados Unidos, donde sacó un doctorado en Economía, no envió a sus hijas a una escuela pública, sino a una privada. “La ciudadela de alumnos de posgrados y profesores invitados -él era las dos cosas- quedaba frente a un gueto de raza negra que vivía de la ayuda social y solo estaba separada por una malla de alambre. (Pero) No, las niñas de Rafael tenían que ir a la escuela del barrio, que era la de los negritos. Le pidió a Anne, su esposa, que trabaje y costearon que las bebés vayan a una escuela católica privada”, contó el hermano mayor del presidente, insinuando que no permitió que sus sobrinas vayan a una escuela de afroamericanos.
Estos hechos, según Fabricio, lo hicieron pensar que su hermano había “madurado” al momento en que fundaron el movimiento Alianza PAIS, el que lo llevó a la presidencia.
Fabricio dijo sentirse “utilizado” por su hermano porque sabía que con los “izquierdosos” no iba a llegar a ningún lado y responsabilizó a Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia, de separar a todos los fundadores de AP y hacerlos pelear con el mandatario.
En una entrevista con Radio Centro en Guayaquil dijo en forma jocosa que cuando Rafael estaba en Zumbahua, Cotopaxi, lo llamó un día y le dijo: “Ñaño, ya encontré la solución al problema indígena, matar a todos estos desgraciados, (que) me han encerrado en un molino y me han querido linchar por ponerlos en orden”.
Tras regresar al país el ahora presidente, según Fabricio, debía trabajar en la Universidad Estatal, así gane menos, para formar a la juventud con su doctrina de “rojo” (como se conoce a los comunistas).
“Pero no, se metió a trabajar en la universidad más pelucona del Ecuador, en la San Francisco, en la cual todos los muchachos son pelucones, ahí a ninguno se le ocurre ser revolucionario, peor de izquierda”.
También recordó que cuando Rafael vivía en Illinois, Estados Unidos, donde sacó un doctorado en Economía, no envió a sus hijas a una escuela pública, sino a una privada. “La ciudadela de alumnos de posgrados y profesores invitados -él era las dos cosas- quedaba frente a un gueto de raza negra que vivía de la ayuda social y solo estaba separada por una malla de alambre. (Pero) No, las niñas de Rafael tenían que ir a la escuela del barrio, que era la de los negritos. Le pidió a Anne, su esposa, que trabaje y costearon que las bebés vayan a una escuela católica privada”, contó el hermano mayor del presidente, insinuando que no permitió que sus sobrinas vayan a una escuela de afroamericanos.
Estos hechos, según Fabricio, lo hicieron pensar que su hermano había “madurado” al momento en que fundaron el movimiento Alianza PAIS, el que lo llevó a la presidencia.
Fabricio dijo sentirse “utilizado” por su hermano porque sabía que con los “izquierdosos” no iba a llegar a ningún lado y responsabilizó a Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia, de separar a todos los fundadores de AP y hacerlos pelear con el mandatario.
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