Entre la pesadilla y la esperanza
Publicado el: 1/29/2024OPINIÓN | Por: Luis Antonio Calderón Carrera
“Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, es así como inicia la popular serie de Netflix en donde se da a conocer la vida de Pablo Emilio Escobar Gaviria, el narcotraficante colombiano que convirtió los años ochenta en una pesadilla de terror para el vecino país.
Hablar del Cartel de Medellín, para muchos jóvenes y adultos se vuelve algo común, incluso existen quienes buscan seguir los pasos de los integrantes de esta organización narco criminal. Esto es algo que sucedía en Ecuador desde tiempo atrás, sin pensar que poco después se hubiese formado una serie de grupos que obedecen a los principios de estas organizaciones que tienen como único objetivo el cambiar la vida de los pueblos. ¿Cómo? Todos lo sabemos.
El Ecuador no era cercano al narcotráfico y mucho menos a estar dominado por bandas delictivas, fue después de la instauración de los gobiernos del socialismo del siglo XXI en latinoamerica que se facilita el paso y se construyen alianzas con los carteles de la droga para que se asienten en los diferentes territorios, siendo uno de ellos nuestro país.
Francisco Huerta Montalvo, nos hablaba de un “Narcoestado”, tomando como base lo que había realizado el gobierno del expresidente Correa, asociando a líderes de la “Revolución Ciudadana” y otros en el manejo y acuerdo con el narcotráfico, así también como lo fue con la guerrilla de las FARC quien habría financiado varias campañas de la organización correísta, conforme lo afirma el Gobierno de Colombia y se revela en pruebas que maneja la justicia ecuatoriana.
Al parecer lo dicho por Huerta, hasta tiempo atrás era una utopía, y servía para burla del expresidente Correa; pero cuando inicia el combate al narco tráfico, la incautación de drogas y no se facilitan los acuerdos como en gobiernos pasados, se desata una guerra entre las diferentes organizaciones, hoy denominadas terroristas, y el Estado Ecuatoriano. Siendo así que podríamos llegar a decir que existe un Narcoestado que maneja el país y un Estado que simplemente se ha convertido en la representación política del Ecuador.
La teoría de Francisco Huerta toma vida, en este año la historia empezó con la “fuga” de uno de los líderes de las organizaciones narco delincuenciales (Adolfo Macías), luego la “fuga” de Colón Pico que amenazó a la Fiscal. Es tan complicada la situación que el actual Gobierno ha tenido que solicitar ayuda internacional para tratar de poner fin a una serie de atentados en contra de la fuerza pública, la ciudadanía y los medios de comunicación.
Los ecuatorianos vivimos una pesadilla gracias a los pactos entre las castas políticas y el narcotráfico, son momentos complicados para nuestra gente, no podemos comparar la crisis carcelaria del desgobierno del encuentro o del tibio gobierno de Moreno con la ahora crisis de terror en las calles, en los barrios, pero la esperanza se mantiene firme y la confianza en un buen actuar del Presidente Noboa con la colaboración de la ciudadanía para denunciar estos actos de terrorismo ¡Sin Miedo!
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