El feriado petrolero de Correa y su gallada

El feriado petrolero de Correa y su gallada
Publicado el: 29/03/2017
Por: José Hernández. Fernando Villavicencio acaba de publicar “El Feriado petrolero”: un libro que recoge, en la parte sustancial, las investigaciones que ha publicado en Focus. ¿Feriado bancario? Sí, porque la tesis que sustenta esta publicación se basa en dos datos. Uno: el gobierno recibió $115.000 millones ($93 mil millones por la exportación de 1297 millones de barriles, $7000 millones por derivados y $15 000 millones por la comercialización interna). Dos: por proyectos millonarios, coimas, malos negocios, renegociaciones… etcétera. se han perdido o repartido en corruptelas 23 mil millones de dólares. Esa cifra significa tres feriados bancarios.

Villavicencio conoce el tema petrolero al dedillo. Por eso maneja con enorme solvencia las leyes y acuerdos ministeriales y habla con propiedad de los campos petroleros, de la refinería de Esmeraldas, de los contratos, de las compañías petroleras, de los bufetes de abogados, de los intermediarios, de los funcionarios de este y de anteriores gobiernos, de los contratistas, de las navieras, de las compañías estatales… Quizá esto lo ha convertido en el periodista-político más buscado por todos aquellos que tienen documentos y que, por los motivos que sean, quieren que se conozcan.

Todos saben de su conocimiento y también de su extraordinaria valentía para publicar los negocios y los negociados de ese mundo que, sin lugar a dudas, ha producido los capítulos más aciagos de corrupción en este gobierno. Todos saben que sin él, el país no conocería la trama de corrupción que se destapó en la refinería de Esmeraldas y en Petroecuador. Sus revelaciones fueron tan determinantes que el propio Presidente entró a competir con él. Dijo que fue su gobierno el que descubrió a los corruptos en la Refinería de Esmeraldas. Nadie olvida, sin embargo, que apenas Villavicencio publicó su informe, basado en documentos oficiales, hubo funcionarios que renunciaron y que luego, ante el escándalo, fueron detenidos. O huyeron del país.

Este libro “El feriado petrolero”, se puede leer como una serie de historias inauditas. La refinería de Esmeraldas es la historia mayor que, con la Revolución Ciudadana, adquiere dimensiones de una película de Werner Herzog. Todo empezó cuando Galo Chiriboga anunció, en 2007, un preacuerdo con Sumitomo Chiyoda, la empresa que había construido la refinería en 1974. Preacuerdo que, a la postre, suma $187 millones, incluía 25 proyectos, debían hacerse en 29 meses y concluir en 2011. A esto se le llamó repotenciación o rehabilitación. Tras diez años, Villavicencio calcula que se han gastado $2200

millones y esa refinería sigue con fallas estructurales, no produce gasolina para el consumo interno (tiene que importar gasolina para mezclar y cumplir con las normas) y de vez en cuando tiene que parar. Es la mayor obra de corrupción e ineficiencia del correísmo.

El diluvio de cifras, como lo llama el autor, se inicia cuando el gobierno se deshizo del preacuerdo con Sumitomo Chiyoda y metió en el baile a la empresa SK de Corea., recomendada por el hombre que arruinó Venezuela: Hugo Chávez. Esa empresa resultó bendecida en contratos por este gobierno no solo en Esmeraldas sino también en la Refinería del Pacífico. Contratos que bordean $1300 millones. La danza de millones de dólares tiene otra explicación: el 90% de los equipos y tecnología que usa Petroecuador es importado. Pero el gobierno, en vez de en de realizar una licitación internacional, decidió comprar todo localmente. Por supuesto aparecieron, como champiñones bajo la lluvia, compañías de membrete: intermediarios o representantes de compañías extranjeras. Villavicencio tuvo acceso a unos 200 contratos para la refinería que van desde un millón de dólares hasta $290 millones.

En este libro están los nombres de esas empresas. Sus socios. Están los protegidos por este gobierno (Pareja Yannuzzelli que firmó 74 contratos por 1300 millones; Worley Parson que subcontrató al grupo Azul, fiscalizadoras de la rehabilitación que cobró centenares de millones de dólares y no detectó 104 fallas reveladas por los propios trabajadores…). Están los contratos hechos a la medida para los familiares de funcionarios de Petroecuador. Están las declaraciones de renta de muchos de estos empresarios hechos de la noche a la mañana; amigos que antes apenas sobrevivían y que se enriquecieron súbitamente. Está la información de sus propiedades y mansiones que compraron aquí o en Estados Unidos.

En este libro está la ceguera cómplice del fiscal Galo Chiriboga y del Contralor Carlos Polit, el sistema de robo armado alrededor del diferencial petrolero, la arquitectura empresarial offshore, el millonario negocio de la comercialización, el sistema de intermediación aplicado durante el correísmo que permite, entre otros escándalos, que Enrique Cadena, un zar que vive en Miami, se quede con un dólar por cada barril de petróleo prendado a la China…

En este libro están los mecanismos que ha usado este gobierno para mejorar todos los sistemas que habían inventado los piratas del petróleo. Y algunos nuevos. Por ejemplo, la figura jurídica que permitió esta corrupción voraz, desbocada en la refinería de Esmeraldas: la llamaron “Giro específico del Negocio” que traducido en cristiano significa contratos a dedo.

Villavicencio revela con documentos y detalles estas historias tenebrosas de sobreprecios y robos en el sector petrolero. Cualquier gobierno lo condecoraría por este trabajo que es urgente leer. Este gobierno lo ha perseguido, al punto que está en la clandestinidad.

Este libro será lanzado este miércoles 29 en Quito, en el Círculo Militar, a las 11:00. Lo presentarán Juan Carlos Calderón, Enrique Herrería, León Roldós, Lourdes Tibán y José Hernández. El moderador será Christian Zurita.

Artículo publicado en 4pelagatos.com
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