Inteligencia ecuatoriana habría operado clandestinamente en Panamá
Publicado el: 20/09/2018El periódico La Estrella de Panamá, presentó este 20 de septiembre un artículo que demostraría como el gobieno de Rafael Correa operó "clandestinamente en ese país.
En el artículo escrito por Marlene Testa se señala como mediante un revelador testimonio se "demuestra que el entonces presidente Rafael Correa no escatimó esfuerzos ni midió acciones para ubicar a uno de los supuestos cabecillas del movimiento 30 de Septiembre de 2010 (30S), el sargento Fabián Arcos Pepinos.
La obsesión del entonces mandatario era tanta que movilizó a su servicio de inteligencia a Panamá para localizarlo en una acción considerada como un abuso del poder público para asuntos de interés del gobierno de turno, dijo Juan Carlos Araúz, abogado internacionalista".
Además se señala que "Raúl Chicaiza, para entonces jefe de operaciones del ecuatoriano Servicio Nacional de Inteligencia y quien se encuentra detenido en la Cárcel 4 de Quito, por el secuestro del político Fernando Balda, confirmó a una fuente que se dio seguimiento a opositores del régimen de Correa en Panamá.
Era febrero de 2013 cuando Ricardo Bustamante recibió una llamada de un amigo ecuatoriano con quien había realizado un curso de seguridad en Taiwán. Arcos le contó que estaba siendo perseguido por el régimen de Correa, que lo consideraba uno de los supuestos cabecillas de la revuelta policial del 30 de septiembre de 2010, calificada por el entonces presidente como un intento de golpe en su contra.
Arcos estaba pidiendo ayuda porque consideraba que su vida corría peligro. La cabeza del sargento en retiro del ejército ecuatoriano tenía precio: $50 mil".
"¿Cuál era su interés? Durante la revuelta del 30S, cuando un grupo de policías protestó contra una ley salarial, Arcos agarró al expresidente por la camisa y lo amenazó. Esa era la razón. ‘Correa tenía una obsesión con el sargento y quería tenerlo preso en el Ecuador", contó Bustamante.
Romero incluso prometió una cita a Bustamante con Correa para garantizar las condiciones de su amigo. Una semana después, recibió un boleto en primera clase para viajar a Quito, una reserva en el hotel Marriot y una cita para entrevistarse con Correa. Por su seguridad, y después de haber conversado con el entonces secretario del Consejo Nacional de Seguridad de Panamá Alejandro Garuz, declinó el viaje.
Finalmente, Arcos se entregó de forma voluntaria a un equipo que vino a buscarlo en medio de la Operación Vegetal, que hace alusión a uno de los apellidos del sargento. ‘El servicio de inteligencia operó de manera clandestina en Panamá. Tenían meses de estar dándole seguimiento a Arcos", concluye Bustamante", agrega la periodista.
Fuente: laestrella.com.pa
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30s Quito